03 julio 2010

Que no valen nada

Las entrañas revueltas al compás de la soledad. Sin energías para detener esa música.
Entrecierro las puertas del futuro para ver tan solo ese paisaje desolador que me invento. Dejo pasar indefenso los dardos que me disparan sin piedad desde lugares lejanos, y aciertan siempre. Fundido al cemento que no acaba más allá del horizonte, anclado contra mi voluntad por ella misma, veo como la tristeza desagota y deja una cáscara vacía, arrugada.
No termino de contar los pedazos desparramados de una integridad que nunca fue.

Un carbón que se muere y recuerda sus coronas.

4 comentarios:

Demy dijo...

Perdón, pero ultimamente salen estas cosas.

V. Onoff dijo...

No pida perdón. Lo que le pasa es triste pero lo que le sale es bueno.

Yo no sé si el dolor inspira, pero lo que es seguro es que aprieta el acelerador de la necesidad expresiva.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Soledad significa simplemente ser completo. Tú eres entero, no necesitas a nadie para completarte. Así, intenta descubrir tu centro más profundo donde siempre estuviste solo y tan lleno, tan completo y tan desbordante con todas las savias de la existencia que, habiendo probado tu soledad, el dolor del corazón desaparecerá siendo reemplazado por un nuevo ritmo de inmensa suavidad, paz, alegría y bienaventuranza. Esto no significa que una persona centrada en su soledad no pueda hacer amigos. En realidad sólo ella puede hacer amistades, porque ahora eso no es mas una necesidad, es simplemente un compartir.

Demy dijo...

Estoy frente al espejo, y de a poco trato de abrir los ojos.
Gracias por pasar.