18 enero 2024

Cambio de juego

Tardó casi toda la vida en resignarse.
Hasta que agotó todos los recursos.
No hubo más libros ni sobres de azúcar que faltara conocer.
Se resignó ya viejo y cansado.
Sus últimos años los pasó dedicándose a una actividad trivial y bastante simple, que le gustaba.
Logró hacerla sin culpa ni pesar, ya no quería conocer la verdad absoluta ni superarse en ningún sentido.
Se aceptaba sin quererlo, sólo por no haber podido hacer otra cosa.
Pero debo confesar

que fue feliz.