18 enero 2024

Cambio de juego

Tardó casi toda la vida en resignarse.
Hasta que agotó todos los recursos.
No hubo más libros ni sobres de azúcar que faltara conocer.
Se resignó ya viejo y cansado.
Sus últimos años los pasó dedicándose a una actividad trivial y bastante simple, que le gustaba.
Logró hacerla sin culpa ni pesar, ya no quería conocer la verdad absoluta ni superarse en ningún sentido.
Se aceptaba sin quererlo, sólo por no haber podido hacer otra cosa.
Pero debo confesar

que fue feliz.

11 comentarios:

Pablo Baico dijo...

Uno jamás se resigna. Sólo aprende a simularlo muy bien.
Incluso tan bien que acaba simulando creerlo.
Y tan bien simula creerlo que acaba por olvidar el desmentirse.

Y, cuando todo es verdad,
confesarse feliz es una actividad trivial más.


Excelente texto!
Felicitaciones.

Demy dijo...

Es que las verdades absolutas, de existir, no tienen ninguna oportunidad contra las propias creencias.

Gracias por pasar!

Pablo Baico dijo...

¡Claro!
Mucho menos contra "mis" propias creencias que, como todos sabemos, son las reales verdades absolutas.
Sólo que no lo admito porque, bueno... necesito que la gente siga comprando sobres de azúcar. Es mi negocio.

Demy dijo...

Ya sospechaba de usted José Ledesma. Mire, hágame el favor de dejar de atontar a la pobre gente con verdades azucaradas, que después salen del café pensando que tienen alguna chance y se la terminan dando contra la primera pared sorda que encuentran. Porqué no se busca algo más inofensivo como el dominó?

Pablo Baico dijo...

Incalificable... pocas veces he visto asomar tanta ingratitud en tan pocas palabras. Mire. le digo algo muy sencillo: el mundo es lo que es gracias a la sabiduría esparcida en nuestros sobrecitos de azúcar. ¿Que es cuestionable?, puede ser, siempre hemos sido dulces y abiertos al diálogo. Pero, a ver, dígame... ¿qué ha aprendido Ud. (o cualquiera) de algún edulcorante? ¿Qué sanación espiritual le ha aportado una sucralosa? ¿Ha calmado alguna pena de amor un mezquino stevia? Y ni hablamos del aspartamo, que ya con ese nombre sólo puede aspirar a sicario en el mejor de los casos.

La gente sale del café pensando que tiene una chance y no la tiene. Y no la tuvo nunca. Ni la tendrá. Pero, al menos, mientras revolvía con la cucharita y leía el sobrecito, algo se le iluminó. "Un flash no dura nada, pero deja una foto." (Este es un sobrecito que estamos por sacar, se lo dejo en exclusiva.)

Anónimo dijo...

Mira mamá! Otro que me rompió el corazón! Nunca pensé que dos hombres de la misma familia me pudieran romper el corazón… Usted me cae un poco peor que su hermano, debo admitir. Y eso es mucho decir. Con su hermano hay sentimientos encontrados pero le guardo un resto de cálido cariño, porque su amistad me dejó muchas enseñanzas buenas y malas , como que los duelos de amistades pueden ser casi tan duros como los de pareja. Usted no me enseñó nada pero es un ser vivo que supo hacer entretenidos mis chats en momentos muy aburridos. Como la fermentación de masa madre, otro ser vivo que me mantiene bastante entretenida. Le dejo mis saludos y espero que las cosas buenas lo hayan alcanzado muchas veces a lo largo de los años, aún con sus turbulencias mentales, es usted una buena persona.

Pablo Baico dijo...

Me deja inmerso en un misterio muy interesante, porque si bien creo saber de quién se trata, si es quien yo pienso no puedo entender la frase "romper el corazón" porque para que eso ocurra primero hay que tener uno.
Luego, le confieso que me pierdo. ¿Podría hacer una guía o un tutorial en Youtube para poder seguirla y saber de quién habla cada vez que dice "Usted" y cada vez que dice "su hermano" porque no sé de qué lado pararme (y lo peor es que viéndola así, con ese cuchillo en la mano, entiendo que ninguno de los dos lados es "seguro").
Por último, aclararle algo que quizá nunca supo: lo hemos ocultado siempre, pero en realidad somos trillizos... así que nunca sabrá con quién habló ni quién le ha contestado este mensaje.

Le dejo un beso enorme, esperando que haya recuperado algo de "pudor"...

Demy dijo...

Mi estimada no tan anónima, ya es tarde para este consejo, con lo cual sigue siendo cierto el hecho de que no le enseñé nada, pero créame que nunca debe subestimar la capacidad de desilusionar que hay en esta familia, le diré, sin riesgo a estar en lo cierto, que es lo único que a la larga hacemos bien, casi profesionalmente.
Me alegro de haberla entretenido en algún momento, ya que generalmente no aspiro a más (y si la entretiene la masa madre, trate de hacerla de harina de arroz, ahí sí que se va a divertir a lo grande!)
Debo decir que me han alcanzado algunas cosas buenas que no llegué a esquivar, y seguramente más de las que merezco, espero que a usted también.

Gracias por pasar, en serio!

No tan anónima dijo...

En cuanto a usted Demy, parte de la culpa es mía. “Desilusionista intinerante”… debí haber indagado más en su ocupación años atrás. Debí interpretar que podía llegar a ser genético. Cuando una es sub 20 no le importan ni las ocupaciones ni los genes. Pasados los 27 se vuelve algo importante. Y pasados los 30 es casi determinante en muchas cosas.
No me enseñó nada, pero fue impulsor de algo muy bueno en mi vida. Usted nunca lo supo hasta hoy. No hay rencores. Ni con usted ni con el otro ser vivo.

Demy dijo...

Sabrá disculpar si la impulsé a algo bueno, pero debo confersarle, que ese es el fin último de cualquier desilusionista que se precie de tal :)

Y sí, ustedes dos, si van a convertir esta sección de comentarios en una red social precaria (in your face, Instagram) primero mejor se visten, y después confiesa quién se comió el último bizcochito, que con esas cosas no se jode...

Pablo Baico dijo...

Me queda ahora otra intriga peor... a qué cosa buena la habrá impulsado, pero mejor no andar apostando ni haciendo ficciones, porque todo lo que se me ocurre es prácticamente impublicable.

Y con respecto a su pedido, bien hace en llamar "precario" a este sucucho, mire. Si no nos vestimos no es por ninguna pulsión degenerada (que igual las tenemos y a mucha honra) sino por el calor que hace acá adentro... ¿puede poner un aire acondicionado, por amor de Dios? Y algo de iluminación, que ya van tres veces que me quiero vestir y acabo con un corpiño en lugar de mi gorra. Ah, pero eso sí, con lo de los bizcochitos a mi no me mire... no soy yo el que tiene migas en el escote...