31 marzo 2006

Filosofía barata y zapatos de goma

En cualquier momento podemos avivar la combustión de la mecha que compone nuestra vida, así veremos un espectáculo más delicioso, pero las mechas se gastan, y desencadenan consecuencias.

Me acabo de recibir de filósofo barato, terminé de cursar en una casa de Todo por 2 pesos. El título queda lindo sobre el botón del baño.

29 marzo 2006

Visiones

Para ver ciertas cosas es indispensable (como la despensa vio?) poner bizcos los ojos y predisponer el alma. Así y todo cuesta.

23 marzo 2006

Hijo del verdugo

Imágenes que uno no olvida, expresiones talladas en la retina por un cincel de dolor. Humedad en los rostros. Mariposas negras haciendo cosquillas en la panza. El no llegar a comprender nunca del todo. Nunca.

Casi como una película, en un día cualquiera, asistí por casualidad a un reencuentro morboso.
Carlos y yo éramos amigos de toda la vida, pasamos muchas, y bien fuleras. Discutíamos entonces acaloradamente sobre la clonación, los dos teniendo puntos de vista muy similares, pero por el mero arte de liderar la conversación llegamos a plantear una disyuntiva interesante que no daba lugar a conciliaciones. El timbre sonó tímido (es raro, pero juro que así fue). Por sobre la figura de Carlos pude ver un hombre que indudablemente pertenecía a la milicia. Malos presentimientos y atiné a correr hacia mi viejo amigo para evitar una pelea casi segura. Sin embargo algo en el tono de voz del extraño me contuvo. Hablaron un rato largo en voz baja. Luego lo hizo pasar con un gesto mientras desaparecía en alguna de las habitaciones. -Cabo primero Ramirez... bah Ezequiel. Mi dura expresión de desaprobación quedaba fuera de lugar, ese hombre estaba realmente mal. - Tomá, esto es lo que queda de él. Carlos le alcanzó un pequeño cuaderno amarillento y manchado por doquier, que Ezequiel abrió con calma, pasó un par de páginas para tomar conocimiento de la respuesta (algunos minutos no terminan más) y se llenó de lágrimas. Saludó a Carlos con un apretón de manoslágrimasfuerzadolorymuchasotrascosasqueélsolosabrá y se marchó.
Un sólo comentario enmarcó la situación y no quise preguntarle más, por respeto.
- Buscaba a su hijo. Creo que ahogué la débil esperanza que lo llevó hasta acá.

Luego volver a hablar de progreso tecnológico se hizo poco más que absurdo.
Esa noche hizo mucho frío y el colectivo no venía más.

10 marzo 2006

Es verdad

El pétalo sagrado de la flor de la rama del árbol del bosque de la tierra del planeta del universo del thëur de la pupila del ojo de la cara de la mujer que amo.
Eso quiero, le dije a mi genio de la lámpara, pero se me rió en la cara y desapareció. Sabía que tenía que comprar la otra, esto pasa por llevar siempre las ofertas.

No, no sé

Joaquín yacía duro en la cama, quieto.
Estaba espectante (?), aunque mantenía los ojos cerrados. En realidad tenía una gran idea, una brillante idea, quizás la mejor que se le había ocurrido en toda su vida, y evaluaba si sería lo suficientemente rápido como para correr al escritorio, coger un papel y plasmarla. O simplemente se convertiría en cientos de mariposas que se perderían por los rincones de la casa.

Inestabilidad

El problema con las palabras es que luego de escribirlas, algunas se mueven, saltan, me llaman la atención, y lo único que logran es atentar contra la idea central del texto. Seguro quieren ser las protagonistas de nuevas historias, otros comienzos, pero por suerte las mantengo en simples acotaciones.

07 marzo 2006

Sin sentido

Confía en las palabras a medida que la letra se deforme y adquiera velocidad. Los inútiles disponen de todo el tiempo del mundo para llevar a cabo su obra.

Ansiedad

Mis pequeños apéndices corrían peligro a causa de la ansiedad que me obligaba a destrozarlos de a poco, sacando prolijamente jirones de aquella piel que rodea en sus laterales a la uña. Somos pocos los que hacemos esto al revés del mundo, que como es debido, se come las uñas y las termina aislando en una masa de piel, ya inservibles, pobres uñas (*).
Pero mis pequeños apéndices corrían peligro, los incidentes habían desbordado a los pulgares y se concentraban en los índices, cosa que me preocupaba. Levanté la vista y el vaso de té vacío me obligó a descartar una opción, en realidad el tilo nunca me había hecho nada. Resolví saludablemente enfrentar el problema. Por suerte un médico oriental me había enseñado a desdoblarme, cosa que hice sin mayores dificultades, presionando aquí, tirando de allí y moviéndome enérgicamente hacia la derecha. En poco tiempo fuimos dos. Aquel conocía mi problema, eso es lo bueno de ser uno. Pero aquel era diferente, era un tipo de fiar, era quien yo hubiese querido ser, el que sabía, tomaría la decisión correcta a cada momento, ante cada encrucijada de la vida, aquel sabía conquistar mujeres (ellas sin duda lo adoraban). Me miró fijo, le di los guantes que atamos con dificultad, pero atamos al fin. Siguió una fiera pelea donde descargamos todas las energías, y que por suerte ganó él (en realidad ya sabía, podía confiar siempre en él). Hasta tuvo la delicadeza de acomodarme una almohada bajo la nuca y dejarme domir mis sueños de sangre y ardor tranquilamente.

(*) Formaremos una sociedad y algo ganaremos, no sé qué, pero algo.

Domicilio

Vivo en tu axila de verano, resbalando sobre las gotas de sudor.
Vivo en ese espacio tan íntimo que precede al pliegue central de tu cola.
Confieso que a veces desciendo al secreto oscuro de placer.
Vivo solo, evito los lugares comunes, ahí correría peligro.
Me gusta, siempre que puedo, recorrer la curva más bonita que se extiende mansa y firme sobre el muslo, desde la cadera y hasta la rodilla.
Hermoso y variado paisaje sensual. Además, no pago impuestos.

Visiones

El viejo tardó tres días en llegar, si bien la distancia no era excesiva, su andar conllevaba una lentitud triste marcada por los años. Cuando por fin se sintió seguro, se arremangó los pantalones, se sentó sobre el pasto virgen y dejó los anteojos negros a un lado.
Luego sólo esperó. Sabía que en corto tiempo vería el amanecer.

04 marzo 2006

Consideración

Vale no entender nada.

Brilla

Necesito que brilles. Luz Bendita. Hoy seremos compañeros. Acaricia el delicado verde. Llena tus pulmones. Brilla. Siente el espacio. Disfruta la obra. El camino es tan perfecto que inútil sería demarcarlo. El camino es todo. Es tu decisión. Mira lejos. Brilla con fuerza. Las flores se esfuerzan por volver la carita hacia vos. En medio del caos, tu extraño orden nos agrada. Gracias.

01 marzo 2006

Arquitectura

No hay azaroso destino que conciba estas líneas.
Todo a lo lejos, fuera de la humana comprensión,
está articulado por el arquitecto del mundo,
aquel que con sus hilos maneja a perfecta precisión,
los engranajes de nuestras puntuales y simples vidas.
Allá lejos, en la Fábrica del Universo todo
se escucha tic, se escucha tac, para luego tic.
Todo tiene su tiempo y lugar dentro del diseño.
Nuestros engranajes se aceitan una sola vez.
Muy pocas ocasiones nos ponen en atención del Maestro.
Deber nuestro es, cuidarnos y ser útiles al todo,
para volver, luego de una extensa pulida,
al sistema global de piezas y dientes sanos.
Si mal los engranajes se corroen
y descuidan su funcionamiento,
sin vacilar nos reemplazan por otros nuevos,
y nos tiran en la caja de la chatarra,
para nunca o quizás, volver la vista hacia nosotros.
Nos olvidan, nos desarman, nos miran con desprecio.
Ojalá no sea tu suerte, hermano mío,
y goces de salud plena en esta vida,
para que nos encontremos allá lejos en el tiempo,
otra vez, dos engranajes, algún día.