01 mayo 2011

Tallados

La gubia tosía madera con espasmos de palmas abiertas.
La corteza del árbol seco se desprendía con dolor.
El piso se iba craquelando y ya las hojas eran demasiado ásperas porque acontecía el otoño.
Si el agua guardara resentimientos esa escena se hubiera prolongado más de lo soportable.

Sabemos que los guarda,
pero también que elige.

6 comentarios:

MUCHITA dijo...

Lo que aprende uno de un carpintero.

Gubia, craquelado, resguardo y elección.

Te extrañe, no tanto pero hacía falta un poco de tu presencia.

Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

m.
trastabillé con las letras y en lugar de "g" leí "r". "La rubia tosía madera con espasmos de palmas abiertas". A veces los ojos nos destinan otras aventuras. En fin.

Flor S dijo...

Gracias por agregar palabras a mi vocabulario. En mi vida habría pensado en una gubia...

Más besos :)

Demy dijo...

Gracias muchita. Voy a irme por más tiempo tan solo para que me extrañes más.

Abrazos y besos erizados.

No vale, yo quiero conocer esas historias de las que no hablo, tiene suerte usted.
(tosiendo madera ya no hay jarabe que sirva).

Abrazos.

Flor, lleve siempre una en el bolsillo, nunca se sabe cuándo la va a necesitar.
Y tallar un pétalo?

Besos Flor.

V. Onoff dijo...

- ¡La gubia tagada!... ¡la gubia tagada!... gritaba el carpintero atragantado, mientras el resto de sus compañeros, en vez de salvarlo de la asfixia, bailaban el tema de Sumo...

Así es, queridos amigos, como la incomprensión muchas veces lleva a la muerte y, a al vez, incentiva el natural instinto de danzar que tiene el hombre.

Demy dijo...

El hombre que danza se burla hasta de la muerte.
La gubia indudablemente se arrepintió de comprar cigarrillos berreta durante tanto tiempo.

Abrazo de carpintero.